WASHINGTON DC – 7 de septiembre de 2018 – (HISPANICIZE WIRE) -¿Cuándo fue la última vez que te tomaste un tiempo para oler las rosas? No figurativamente, sino intencionalmente conectándote al mundo natural. ¿Te detendrías por un momento más si supieras que esto ayudaría a tu salud y bienestar?
El 8 de septiembre anuncia el primer “Día Internacional de Baños de Bosque”, celebrando con esto el creciente movimiento de gente que se conecta al mundo natural buscando beneficios en su salud. Shinrin yoku, la práctica japonesa de apropiarse de la atmósfera del bosque, se ha diseminado como la planta del kudzu, a lo largo del del mundo. No hay caminatas ni charlas de identificación de plantas y mucho menos trajes de baño — estas son las respuestas a algunas de las preguntas más comunes que los practicantes hacen a sus guías. Los bañistas de bosque simplemente se vuelven conscientes de sus sentidos.
Las celebraciones del Día de Baños de Bosque se llevarán a cabo a lo largo de los Estados Unidos y Canadá, y también en Australia, Singapur, Alemania, el Reino Unido y España. “Todavía tengo que conocer a alguien que necesite ser convencido de que los baños de bosque son benéficos”, remarca Amos Clifford, el fundador de la Asociación de Guías y Programas de Terapia de Naturaleza y Bosque, quien ha certificado a más de 550 Guías de Naturaleza y Bosque en 40 países desde el 2013. El Día Internacional de Baño de Bosque es el resultado de un proyecto final de entrenamiento de dos guías; Everett Marshall y Tam Willey. Los futuros guías atienden un entrenamiento dentro de un programa de seis meses que incluye 8 días de capacitación intensiva, al que siguen seis meses de prácticas.
¿No es acaso esta la última tendencia del mindfulness? El baño de bosque ofrece una experiencia fundamentalmente distinta: una desconexión mental intencional. En lugar de desconectarse de sus sentidos y enfocarse, los bañistas de bosque se deleitan en recorrer el mundo natural a través de una experiencia sensorial. Los guías cuentan con la habilidad de desaparecer las apuraciones de la vida cotidiana, ayudando a los bañistas a recuperar la capacidad de asombro y la curiosidad.
La ciencia describe lo que sabemos intuitivamente: un reciente análisis que se publicó en la edición de octubre 2018 de Investigación Ambiental – Environmental Research concluyó que las personas que pasan tiempo en espacios verdes mostraron reducciones, estadísticamente significativas, en la presión arterial diastólica, los niveles de cortisol en la saliva, la frecuencia cardiaca, y decrementos en la incidencia de mortalidad por diabetes y padecimientos cardiovasculares.
¿Qué tan seguido encontramos una intervención a la salud que ofrezca tal simplicidad y alegría? “Cuando tu guía sugiere que te acuestes bajo un árbol y pruebas la lluvia que cae en tu boca, sentirás que ésto no solamente te hace sentir bien, sino que probablemente también está teniendo un efecto positivo en tu salud”, escribe Melanie Choukas-Bradley, una Guía de Terapia de Bosque en Washington, D.C. y autora de La Alegría del Baño de Bosque: Reconéctate con los Lugares Salvajes y Rejuvenece tu Vida.
Los médicos están de acuerdo, la Dra. Suzanne Bartlett Hackenmiller, una ginecobstetra y médico en Cedar Falls, Iowa, remarca: “La naturaleza es una gran medicina. Los pacientes reportan mejoras prolongadas y bien marcadas en su salud física y psicológica después de acompañarme un par de horas en la terapia de bosque”. La receta de naturaleza no solamente es para los amplios campos de Iowa. Los médicos en sitios urbanos envían a sus pacientes a parques locales, haciendo a la naturaleza lo más accesible como sea posible. El Dr. Robert Zarr, un médico de la Unidad de Cuidado de la Salud en Washington, D.C., trata a familias inmigrantes de bajos ingresos. “Como pediatra y padre, recetar que la gente pase tiempo en los parques y alrededor de los árboles, no solamente hace sentido, sino que resulta ser una de las partes más satisfactorias de mi día.” Él ayudó a fundar Parks Rx América, una organización sin fines de lucro que ayuda a los proveedores de cuidado de la salud a lo largo de los Estados Unidos, a hacer sencillo realizar prescripciones de naturaleza en tanto que ayuda a conectar a los pacientes a parques locales.
Quizás el más grande beneficio de un baño de bosque reside en algo intangible. El sentimiento que uno tiene al darse cuenta que cada respiro ha sido el regalo de un árbol — todo lo que uno necesita hacer para dar algo a cambio es exhalar. El sentimiento de que pertenecen a un algo universal, humano y más que humano. “Mientras más ahondo en mi conexión con la naturaleza, me pregunto si existe una experiencia arquetípica. Algo que va más allá de apropiarnos de las costumbres indígenas, algo que es simplemente es ‘el viaje de conexión’, “ remarca Ronna Schneberger, una guía en Canmore, Alberta.
Únete a la comunidad de guías, médicos, organizaciones comunitarias y gente que ha encontrado los placeres de la presencia en el mundo natural este 8 de septiembre. Encuentra una guía a través de la Asociación de Guías y Programas de Terapia de Naturaleza y Bosque. O toma tu propio baño de bosque. Encuentra cualquier lugar con un poco de naturaleza, puede ser tu jardín o un parque en la ciudad. Tómate el tiempo para dejar que la naturaleza te ofrezca sus regalos.
Clare Kelley es una Guía de Terapia de Bosque certificada en biofilia en Washington, D.C., donde vive con más de 90 plantas de casa.